Fragmento inicial del borrador de Programa y propuesta de logo


Esto es para iniciar la discusión...
¿qué os parece?



 

En consonancia con el artículo 9 de los Estatutos provisionales del Bloque 1º izq (ec), nuestro Programa parte del reconocimiento de que nos encontramos en un momento histórico con tales características que, ante un capitalismo tardío sacudido por una crisis de imprevisto desenlace, las fuerzas antagónicas al capital no han podido formular todavía con claridad los vectores políticos fundamentales sobre los que articular una táctica consecuente y activa, que haga más efectiva la insubordinación del trabajo frente a este capitalismo insolente.
 
Es preciso nombrar los acontecimientos que condicionan hoy en día una intervención política eficaz. Un juego razonable de las instituciones no es la política. Gracias a la irrupción de las clases trabajadoras con una consistencia inesperada (Grecia, Francia) se ha puesto de manifiesto que la universalidad capitalista es puramente contingente. Una intervención con cuerpos y voces legítimas. Los acontecimientos circunscritos (Grecia, Francia) exigen el camino: o plantamos cara en toda Europa a los designios criminales del capital o estaremos condenados a espasmos estériles. Pero todavía queremos permanecer en la sordera. La práctica es el único imperativo categórico al que nos hallamos sometidos. La acción no puede ser transferida a ningún espacio trascendente. Su ausencia no es más que otra forma de acción sumisa.
 
La globalización es la internacionalización del capital en el siglo XXI. Es el resultado del intento del capital de profundizar en su dominio del mundo. La idea que propugna el capitalismo y los incontables intelectuales a su servicio es que la globalización es tan poderosa que nada puede hacerse contra ella. El corolario que la acompaña es... ¡resignémonos! Pero los capitales-mercancías se disputan el lugar en el mercado. El capital grita su deseo pues lleva inscrito en su ADN la absoluta necesidad de convertir la mercancía en dinero.
 
Nuestro programa no puede seguir ningún modelo anterior, pues todos padecen la enorme rémora de hablar desde una verdad conminatoria garantizada, reduciéndose a un análisis penosamente economicista. Nuestro programa deberá constituirse sobre un esfuerzo de comprensión cada vez más certero sobre lo que podemos designar como ontología de vida del capitalismo actual, ya que es la que teje y desteje nuestras existencias. Una propuesta de vida que no fija ningún objetivo, ni traza línea de meta alguna, asignando la cualidad de permanencia al estado de fugacidad. El tiempo ya no sigue su curso inexorable, sino que simplemente fluye. Reconocer la futilidad de nuestra existencia y aceptarla. Hay cambios, siempre los hay, pero no hay destino, ni punto final, ni expectativa de cumplir alguna misión. Cada momento vivido está preñado a un tiempo de un nuevo comienzo y de su final. Para conseguir ese objetivo la ontología capitalista del presente impone un régimen vital que (con todos los instrumentos a su alcance impone la desestructuración de la solidaridad, desorganiza la cooperación, socava los cimientos de la convivencia) se ha intentado cartografiar mediante una serie de categorías como precariedad, obviedad, trivialización, gelificación, vida líquida, subsunción total (proletariado-puta), etc. El tiempo que vivimos no propone a nuestra juventud ningún principio de orientación de existencia, salvo aquellas formas que colonizando el anhelo de emancipación, se sirven de él para forjar sus propias cadenas (de la publicidad a la LOE).
 
Predecir es muy difícil. Especialmente el futuro.
 
Frente a un oponente poderoso, que de un extremo a otro está rigurosamente articulado, las formas de organización deben saber manejarse incluso sin ningún tipo de comité central, organigrama estratificado o jerarquización paralizante. Todos los interrogantes y una única certeza: el socialismo del siglo XXI debe combatir al capitalismo del siglo XXI.  La organización debe anticipar el objetivo de la emancipación y a través del deletreo de las marcas del poder determinar su carácter, para acercar, conectar el antagonismo social a la ruta emancipatoria. El pensamiento de la emancipación sólo puede realizarse en el trabajo práctico: es en lo cotidiano donde se debe probar cuáles son las condiciones que podrían agrupar los vectores de rebelión sistémica, ya que un plan de organización desarrollado y audaz no será por ahora suficiente. Uno de los desafíos es cohabitar con el planeamiento político institucional existente o comenzar una y otra vez partir de la insistencia de lo real de la explotación; relajar, auscultar el tipo de relación orgánica con los partidos del orden, con el sistema electoral o institucional que sostienen. Debemos sortear una dificultad objetiva: que un maximalismo retórico conduzca a un minimalismo ineficiente. Para aterrizar en el lomo del vampiro hay que adivinar todo su trayecto.
 
El diagnóstico de la crisis actual no es algo baladí, porque tal cumple la función de ser el principio articulador de la política posible y deseable. Se diga así o no se diga.
 
La gran línea divisoria en ese principio articulador de la política contra el capital estriba entre entender la crisis de dos formas distintas: como crisis de subconsumo o como crisis de sobreproducción. ¿Cómo se relacionan estos diagnósticos con la política?
 

Subconsumo
Sobreproducción
Estrategia política
Cambio de políticas gubernamentales
Cambio de modo de producción
Tipo de políticas económicas
Inversión productiva/fomento de la demanda
Cambio en la propiedad de los medios de producción y en la apropiación del producto del trabajo
Tipo de política
Radicalización democrática
Constitución de un nuevo poder y cambio de gobierno
 
Estas visiones no son antagónicas, ya que un subconsumo, distinto al subconsumo histórico que sufren las masas explotadas, se produce realmente en las crisis de sobreproducción. Y en la práctica, es difícil entender cómo se podría llegar a una radicalización democrática sin la constitución de un nuevo poder, que ahora mismo no existe, y sin un cambio de gobierno. Estas coincidencias en la práctica no han de esconder la diferencia: las teorías del subconsumo fácilmente pueden obviar la existencia de ese subconsumo histórico de las masas, derivado de la explotación y del consumo de la plusvalía por parte del capital. En resumen: entender el subconsumo sólo como producto del paro masivo y el abaratamiento del salario de las crisis de sobreproducción o entender el subconsumo como consecuencia de todas las posibles vicisitudes de la plusvalía, que sobre o que falte.
 
Las políticas keynesianas no tuvieron éxito más que después de la II Guerra Mundial, cuando se unieron circunstancias muy concretas: la destrucción casi completa de Europa, la Unión Soviética consolidada como potencia mundial y pueblos cansados de guerra, hambre y miseria con una práctica militar muy fresca. Suficiente como para explicar el temor de las clases dominantes y las políticas keynesianas. Las teorías económicas que no parten de la explotación nos llevan siempre a mirar al lado que no explica dentro de la relación dialéctica economía-política.
 
La izquierda española ha estado más dispuesta a hablar del “imperialismo interior” a España o del “imperialismo exterior” de la Unión Europea, que a analizar la articulación de la cadena imperialista en los 27. Hoy, Alemania propone eliminar el derecho a voto de los estados que incumplan reiteradamente las decisiones en materia presupuestaria en el Consejo Europeo. Hoy, Francia y Reino Unido firman acuerdos militares bilaterales, justificado como recorte de presupuestos entre naciones casi hermanas. Así presentados, estos hechos nos hacen mirar el primero, a la política, cuando debiéramos mirar a la economía; el segundo, a la economía, cuando debiéramos mirar a la política.
 
Éste es el nivel decisivo, es decir, en el que puede haber una política antagónica a la destrucción de las fuerzas productivas que necesita el capital. Pero, en la actualidad, ni una guerra fundamentalmente europea supondría una solución mundial, dado que la reconstrucción europea tendría dos vertientes en lucha: reconstrucción sobre la base de qué capital ¿estadounidense o chino?
 
La política antagónica hoy, más que nunca, se fundamenta en el internacionalismo de las clases explotadas y en su capacidad de respuesta coordinada, por encima de la búsqueda de salidas nacionales. Porque la única consecuencia posible de éstas es la inversión productiva en armas, única mercancía que cumple dos requisitos sanadores en una crisis de sobreproducción: alto poder destructivo y rápido consumo.
 
El Bloque 1º Izquierda (en construcción) ha nacido y se construye para unir en la práctica. Para que esto sea posible, hay que encontrar y señalar el nivel decisivo en el que se desarrolla la política. Ordenar y jerarquizar las innumerables contradicciones abiertas, por un lado, y detectar cuáles son antagónicas y cuáles no, por otro, son los requisitos  para que otra política sea posible. Conocemos dos notas imprescindibles: esta otra política ha de ser internacional, que evite la guerra a la que nos conduce la lucha inter-capitalista; y obrera, que destruya el motivo de la guerra: la apropiación de la plusvalía y su exitosa acumulación.

EL SISTEMA PUBLICO, CON PENSIONES DIGNAS, ES SOSTENIBLE.

PROPUESTA DE ESTATUTOS PARA LA ASAMBLEA DEL 13 DE NOVIEMBRE

PROPUESTA DE ESTATUTOS PARA LA ASAMBLEA DEL 13 DE NOVIEMBRE REALIZADA POR CARLOS ENRÍQUEZ DEL ÁRBOL Y DISCUTIDA EN VARIAS ASAMBLEAS INTERMEDIAS.


Art. 1. Esta organización no olvidará que también es producto de la división social capitalista del trabajo -como los partidos y el Estado- , por lo que deberá tener presente las condiciones y el momento de la necesidad y la conveniencia de su autodisolución.
 
Art. 2. Aspiramos a un mundo en el que nuestras posiciones de hoy sean ininteligibles  mañana.
 
 
Art. 3. Cualquier proyecto de organización es menos importante que el programa y la táctica (ver nota). Ahora bien, la organización es la condición de la táctica. La organización debe renovar y unificar. Sin organización no hay táctica. La organización es la espontaneidad práctica que reflexiona sobre sí misma.
 
Art. 4. La subjetividad sometida en rebelión es antes que subjetividad de comprensión y dirección, capacidad actuante, potencia física e intelectual de ruptura en la realidad.
 
 
Art. 5. En las organizaciones, la deriva inmediata es la aceptación inconsciente de que si no se sabe quien tiene razón siempre se sabe quien manda. Si no se evita hay que plantear sin titubeo el proceso de autodisolución. (ver art. 1.)
 
 
Art. 6.  Nunca un consejo o un comité supondrá un grupo de equis miembros haciendo el trabajo de uno. Apliquemos un precepto de Einstein: todo debe simplificarse al máximo, pero no más.
 
 
Art. 7. Estos estatutos se utilizarán sólo contra la explotación capitalista y sus prácticas, nunca contra los pertenecientes al bloque.
 
 
Art. 8. Varias opiniones no pueden señalar al mismo tiempo la verdad, no pueden ser todas verdaderas. Pero sí pueden ser todas falsas; (las ideas son como las pulgas: saltan de cabeza en cabeza, pero solo en algunas pican). Pensar claro requiere más valor que inteligencia. La verdad es múltiple, el error es uno.
 
Art. 9. Nuestro programa deberá poner especial cuidado en mostrar que no tenemos respuesta para todo. Más aún, sería conveniente enunciar los problemas para los que todavía no hemos encontrado solución. No somos inocentes pero no tenemos por qué ser cómplices.
 
Art. 10. Los que se ocupen de tareas permanentes en la organización del B1ºizq (ec) durante un tiempo, deberán considerar que lo han hecho convenientemente si han preparado su área de tal forma que su persona no sea indispensable. Es conveniente someterse a los buenos consejos y peligroso hacerlo a los buenos consejeros.
 
Art. 11.  A partir de aquí todos los artículos son sospechosos y pueden esconder trampas por lo cual habrá que entrenarse en descubrirlas.
 
Art. 12. Se considerará perteneciente al B1ºizq(ec) quien acepte su programa y estatutos y lo apoye financieramente y con determinada participación personal.
 
Art. 13. La instancia suprema del B1ºizq (ec) es actualmente  la asamblea local o provincial que deberá decidir dotarse de los instrumentos organizativos apropiados.
 
Art. 14. La asamblea deberá aprobar los estatutos, el programa y los instrumentos organizativos.
 
Art. 15. Cualquier miembro del B1ºizq (ec) y toda persona relacionada con él tendrá derecho a exigir que sus declaraciones o peticiones sean transmitidas a la asamblea.
 
Art. 16. Si el B1ºizq (ec) decidiese participar en elecciones bien como fuerza propia o en coalición o en plataforma, etc, sus representantes será elegidos por sorteo.
 
 
Art. 17.  La asamblea vigilará la tendencia que tienen los instrumentos organizativos a reorganizarse con tanta más frecuencia cuanto menos trabajo tienen. Velará contra las triquiñuelas y sus expertos.
 
 Art. 18. En cuanto a la transigencia, los pactos o las alianzas, hay que considerar que exigen una cohesión ideológica interna suficiente para que no se conviertan en fusión. Hay que adaptarse sin entregarse. Es equivocado creer que se puede echar agua en nuestro vino. Hay que beber el agua y el vino en vasos distintos porque después es difícil separarlos.
 
 
nota: entendemos por táctica saber qué hacer cuando hay algo que hacer. La estrategia, saber qué hacer cuando no hay nada que hacer.

LAS VIÑETAS SON DEL PERIÓDICO DIAGONAL www.diagonalperiodico.net

¿Quiénes somos?

Nos enfrentamos a una crisis sin precedentes, el capitalismo es cada vez más fuerte, es necesaria una respuesta amplia, se tienen y se pueden hacer las cosas de otra manera. Por eso estamos creando un nuevo movimiento dentro del campo de la izquierda como alternativa al capitalismo. 
Esta iniciativa surge desde la confluencia de diversos impulsos motivados por al menos tres elementos en común: 
  • el sentimiento de carecer de instrumentos, organizaciones o partidos tradicionales, que sean una referencia suficientemente útil tanto para el pensamiento como para la acción social y política sin que obviemos que existen colectivos con los que nos identificamos y con los que trabajamos codo con codo; 
  • a esto se suma el rechazo a la fragmentación impulsada por el capitalismo, y por la creación de colectivos como cuando nos hemos sentido incómodos en un sitio, nos hemos ido y hemos creado otro, algo que, lejos de impulsar mayor participación, ha atomizado el movimiento; 
  • y finalmente, la voluntad de permanecer o participar activamente en la política, superando mediante el trabajo en red la fragmentación, las carencias de la participación política, y la decadencia de los partidos tradicionales y los límites con los que nos encontramos en el día a día de nuestras localidades.

Y ahora, ¿qué queremos hacer?


Y ahora, ¿qué queremos hacer?

Actuar localmente pero enredando y pensando globalmente y actuar en lo inmediato pero imaginando a largo plazo”

Después de múltiples reuniones, actividades y conversaciones, y poniendo de acuerdo tanto las ideas como los tiempos, se decide crear una asociación política sobre la base de los siguientes consensos para hacer política de otra manera:
1. Nada está decidido de antemano. Se está de acuerdo en constituirnos, pero el resultado final debe ser siempre más amplio. Nacemos para desaparecer, no somos un fin sino un medio, pues nuestra intención es generar una red que supere nuestro propio grupo.
2. Se trata de un proceso abierto, participativo y plural, en el que cualquier persona que lo desee pueda participar libre y activamente, con el grado de compromiso que considere oportuno y buscando que la experiencia colectiva sea gratificante. Se trata de trabajar en la integración y la suma de personas de distintas sensibilidades: siempre desde la igualdad queremos generar una red que incluya desde la izquierda transformadora, la ecología, el feminismo hasta el andalucismo. Buscamos el mínimo común denominador, nuestros lugares comunes, priorizando lo que nos une frente a lo que nos separa, eliminando los obstáculos que generan la fragmentación y recuperando a las personas desencantadas de los procesos de lucha colectivos. Seguimos la pedagogía de la pregunta y no queremos dar respuestas para todo, queremos escuchar y mantendremos una duda permanente con respecto a nuestros planteamientos para poder entender lo que otras personas y grupos digan o hagan. Como hemos hecho hasta ahora, siempre organizaremos nuestras actividades contando con personas y colectivos diferentes a nuestro propio grupo.
3. Estamos creando un movimiento social y político de izquierdas y de carácter plural. Sabemos que no somos originales aunque sí tenemos la ilusión de que es necesaria esta iniciativa, por lo tanto, nos uniremos a las redes y actividades que trabajan o que quieran trabajar por sumar e integrar, y, en caso de no existir las promoveremos como nuestra principal seña de identidad (junto con la práctica diaria): no somos un grupúsculo más, queremos ser un catalizador, un aglutinante que permita una suma mucho mayor de la que nuestro grupo pueda generar.
4. Se considera que territorialmente este proyecto debería trabajar en la perspectiva de confluir generando redes con personas y organizaciones de distintos lugares comenzando por lo más cercano (Granada y su provincia) hasta alcanzar, como mínimo, un ámbito andaluz. Fomentaremos procesos de confluencia en diferentes escalas territorales tal y como hemos hecho en el proceso constituyente, aunque los grupos locales y las asambleas siempre decidiremos de forma autónoma.
5. Nos negamos rotundamente a la profesionalización de la política. Nuestros métodos, nuestras maneras de hacer, nuestra práctica diaria, el activismo, lo colectivo, y el trabajo en la calle, hacia el exterior, constituyen nuestra principal seña de identidad (junto con la voluntad de sumar). Por lo tanto, este proyecto pretende constituirse, desde su inicio, como un instrumento colectivo, útil e influyente tanto en el debate de ideas como en la acción social y política promoviendo la elaboración de propuestas y alternativas concretas en lo local y también en lo global, y priorizando las siguientes cuestiones para el trabajo durante los próximos 12 meses:
5.1.- En Granada. Responder a los problemas socio-económicos (recortes sociales, paro y crisis económica, precariedad laboral, modelo productivo, educación, vivienda, barrios ignorados…). Generar alternativas laborales a la precariedad.
5.2.- En Granada. La nueva cultura de la política frente a los partidos decadentes. Denunciar la corrupción y el carácter antidemocrático de las instituciones y los partidos políticos (partidos decadentes, corrupción, sistema electoral, financiación local y autonómica…).
5.3.- En Granada. El territorio, los barrios y la vivienda. Proponer y activar nuevas redes de economía alternativa y nuevas maneras de transformar los barrios a través de procesos de participación que mejoren nuestros territorios y nuestros barrios.
5.4.- En Granada. La ciudadanía y los derechos humanos. Responder a la falta de derechos (libertades, igualdad, inmigración, mujer, juventud, medios de comunicación e información, cultura…) a través de la denuncia de ataques como la “ordenanza de la convivencia”.

Consideramos que desde la pluralidad es posible confluir en la generación de alternativas concretas a los problemas, porque para ello sólo es necesaria la voluntad de construir y acercar planteamientos utilizando como instrumentos la inteligencia, el debate, el consenso y la movilización. Insistimos de nuevo en que nuestro interés es actuar junto con personas y colectivos que no sean de nuestro grupo y que quieran aportar su granito de arena en la construcción de alternativas para Granada. No tenemos un fin electoralista, no queremos tomar el poder sino dispersarlo, repartirlo, por lo que no descartamos nuestro apoyo a movimientos más amplios que nuestro propio grupo que decidan presentarse a las elecciones.

Finalmente, queremos dejar claro de nuevo que como tarea fundamental proponemos y apoyamos la convocatoria abierta y compartida de asambleas a nivel más amplio, donde compartir experiencias, definir tareas y avanzar en la construcción de la izquierda alternativa que necesitamos, ya sea sobre la base de las prioridades descritas en este documento como partiendo de otras prioridades que puedan plantear diferentes personas o colectivos.
 

PD: Para la definición del grupo se introduce una serie de cuestiones que pueden constituir las señas de identidad propias, las que definan a este partido, como son:

1. Ámbito Granadino. En principio nuestro ámbito se limita a
· Granada y provincia, aunque con voluntad trabajar por confluir en red hasta alcanzar, al menos, el ámbito de Andalucía. Se trata de “actuar localmente pero enredando y pensando globalmente y actuar en lo inmediato pero imaginando a largo plazo”. Trabajo en red para resistir, luchar y construir una alternativa al capitalismo globalizado.
2. Independiente. El proyecto sólo obedecerá a las directrices, ideas y programas decididos democráticamente por las personas que lo conformen.
3. De izquierda. Porque nos situamos en el campo de las ideas y la acción de la izquierda. Una izquierda crítica que no sólo debe aspirar a gestionar o administrar lo existente sino que debe intentar transformar la realidad, hacerla más justa e igualitaria.
4. Transformador. Para conseguir las mayores cotas de progreso, calidad de vida, libertad, democracia, paz y, en general, felicidad para el conjunto de la sociedad.
No entendemos sin embargo que el progreso (y ni muchos menos el crecimiento) sea la ley inexorable de la historia ni tampoco que sólo admita una única dirección sino que por el contrario constituye una opción que admite una diversidad de caminos, y por la que merece la pena trabajar, siendo conscientes de que cualquier forma de superación de la actual situación pasa por construir una alternativa al sistema político capitalista dominante.
5. Ecologista. Defendemos y luchamos por un sistema de producción económica alternativo basado en lo local, en la autosuficiencia y en la articulación de redes supralocales. Por ello frente al modelo de desarrollo sostenido es preciso plantear un modelo de desarrollo sustentable que, además, no sólo tenga en cuenta a las generaciones contemporáneas sino también a las generaciones futuras. Esto implica el fomento de nuevas pautas de relación con la naturaleza y entre las personas, así como un nuevo enfoque en los actuales modelos de producción y consumo.
6. Feminista. El feminismo como alternativa integradora, de superación de cualquier tipo de discriminación, marginación o exclusión social, con sus nuevos valores de creatividad e igualdad, no sólo política o económica sino también en las relaciones humanas.
7. Pacifista y antiautoritario.. Para la solución pacífica de los conflictos entre las naciones, entre los grupos humanos e incluso entre las personas. Hacemos de los derechos humanos y las libertades públicas e individuales una bandera irrenunciable. Defendemos la ética política y social como valor básico de convivencia y solidaridad. Repudiamos el autoritarismo en todos los ámbitos de las relaciones políticas, económicas o sociales. Asumimos el respeto como un valor fundamental para la convivencia.
8. Multiétnico y Multicultural. Las políticas que se realicen deben tener en cuenta los intereses de los diferentes grupos culturales y étnicos, actuando según las premisas de colaboración, integración y respeto entre todas las personas.
9. Democrático y Participativo. Por cuanto queremos una sociedad profundamente democrática, plural y participativa y pretendemos trabajar día a día en esa dirección. Porque creemos que es posible una cultura del trabajo colectivo, de la participación y del consenso.
10. Republicano. No sólo en cuanto a la defensa de la República como forma política de gobierno, mucho más democrática, frente a la actual Monarquía constitucional, sino también en cuanto al concepto que lleva implícito, por un lado, el concepto de ciudadanía, el ciudadano y la ciudadana, como sujetos libres, conscientes y activos, como titulares de derechos individuales y colectivos; y por otro, el de laicismo, que delimita con toda claridad la separación entre el ámbito de lo público, el Estado, y cualquier fe o creencia religiosa, que en todo caso pertenece al ámbito de lo privado, de lo íntimo.
11. Andalucista. Porque consideramos que Andalucía constituye un territorio y un ámbito de convivencia con una identidad propia, dentro de su pluralidad y diversidad. Porque es fundamental para contrarrestar el neofascismo y la derechización social. Por eso consideramos que
Andalucía debe seguir desarrollando y consolidando su propio autogobierno, dentro de un marco federal para el Estado Español y en el ámbito de un futuro Estado Confederal Europeo.
12. Plural. Porque entendemos que la pluralidad es un valor en sí mismo, un patrimonio que debe ser respetado y defendido. Y porque consideramos que es posible el entendimiento, la colaboración y la construcción de un movimiento social y político desde el respeto a las distintas ideas, creencias, sensibilidades, planteamientos o matices que cada persona es capaz de aportar o de sus opciones sexuales, religiosas o laicas.

Consideramos que desde la pluralidad es posible confluir en la generación de alternativas concretas a los problemas, porque para ello sólo es necesaria la voluntad de construir y acercar planteamientos utilizando como instrumentos la inteligencia, el debate y el consenso.

La Política y la Izquierda

La política 

Somos conscientes del sentimiento de rechazo hacia la política y los políticos que corre paralelo al propio desprestigio de la “política” y que en buena parte viene originado por el enorme eco que los casos de corruptelas y corrupciones han encontrado en los medios de comunicación así como por la sensación que se ha instalado en buena parte de la opinión pública respecto a que las personas que muestran públicamente inquietudes políticas o trabajan en “política” lo hacen por intereses privados más que de la colectividad. 

Los partidos tradicionales, atados a las subvenciones recibidas vía aportaciones institucionales (sean subvenciones, sea por cargos institucionales, sea por acuerdos de gobiernos y cogobiernos, etc.) han supuesto burocratizar su práctica y la generación de “pequeños poderes” para los aparatos que los manejan.

La realidad es que cada vez cuesta más trabajo encontrar en las instituciones un partido político que pueda considerarse un ejemplo cívico de ética política.

Frente a esta impresión social, frente a estas prácticas, frente al peligro de “berlusconización”, creemos necesario recuperar la dimensión social de la política, su componente ético. Para ello es necesario actuar y trabajar en política asumiendo pautas de conducta acordes con estos valores y esto es especialmente necesario para las personas que ocupan cargos públicos representativos.

Esta actitud tiene naturalmente que reflejarse en la forma de funcionamiento interno y externo de este grupo y debe cristalizar en la configuración de una cultura organizativa y política propia, original, basada en:
  •  La ética personal y colectiva. 
  •  El compromiso programático contraído con las personas militantes, activistas, afiliados/as, adscritos/as, colaboradores/as, simpatizantes, y con la sociedad.
  • La democracia interna.
  • La transparencia en los debates.
  • El respeto a todas las personas y todas las ideas.
  • La libre expresión de ideas y opiniones.
  • La coherencia entre la práctica interna y los planteamientos públicos.
  • La voluntariedad y libertad del compromiso político.
  • La lealtad y la autodisciplina.
  • La participación y el debate previos como instrumentos para la toma de decisiones.
  • El consenso como método idóneo para lograr acuerdos lo más adecuados, unitarios e integradores posibles.
  • La reflexión y la elaboración colectiva como medio de articular la participación activa en la elaboración de programas, la horizontalidad, y la socialización de conocimientos.
  • El respeto a la libertad de discrepancia.
  • El rechazo de la política como profesión o medio de conseguir intereses privados.
  • La rotación en los cargos.
  • El trabajo en red.
Entendemos que sólo el ejemplo de una práctica política basada en estos principios y actitudes puede contribuir a devolver a la política la dignidad que se merece como actividad intelectual, humana, ética, de carácter social, dirigida a gestionar los asuntos públicos, los intereses de toda la ciudadanía y especialmente la de los sectores más desfavorecidos, más débiles de la sociedad.

Esta es nuestra propuesta para construir el camino de forma colectiva y conjunta.

La izquierda

En la actualidad asistimos a un panorama de cierta confusión y división dentro del campo de las ideas y la práctica de la izquierda política y social.

Las personas que no nos sentimos identificadas ni con una izquierda “mediática”, obsesionada con lograr la conquista y permanencia en el poder de las instituciones políticas, ni tampoco con una izquierda “autoritaria”, cerrada sobre sí misma, que se ha inclinado excesivamente del lado del dogmatismo, la ortodoxia, la verticalidad y la rigidez, encontramos dificultades para poder encontrar los instrumentos organizativos adecuados que nos permitan desarrollar nuestras inquietudes políticas a través de una participación que sea gratificante y enriquecedora para las personas.

La izquierda en este país no ha sabido adaptarse a la democracia incompleta que tenemos. Por muchas razones, entre otras destacamos: 

- Se siente “cómplice” y/o “rehén” del PSOE. El miedo a aparecer frente al partido que ha gobernado y gobierna.

- La entrada en las instituciones no ha provocado un cambio real. Se han mantenido los modelos establecidos: clientelismo, enchufismo, cargos a dedo, coches oficiales, empresas “del partido” o “de las amistades”, etc.

- Se ha abandonado, por regla general, la reflexión colectiva, la profundización en el debate (existe incluso falta de debate), lo que supone también andar a tientas, que ni tan siquiera haya una línea clara y coherente.

- Más que formar e informar, se manipula y se desinforma. No se fomenta el pensamiento crítico y la autocrítica y en demasiadas ocasiones las organizaciones se convierten en núcleos de intereses materiales (ya sea por trabajo, por “ascensión social”, por protagonismo, etc.), o en pequeñas sectas, que como tales, tienen comportamientos sectarios: no se acepta a quien disiente, se le margina y, lo que puede ser peor, se le demoniza y se le denigra.

- Los métodos usados distan de ser participativos y democráticos, al tiempo que, lejos de fomentar la crítica constructiva y reflexiva, se fomenta el caudillismo, el personalismo y el utilitarismo.

- Se ha amparado en “aparatos” que controlan todo

Por lo tanto, cuando nos definimos como parte de la izquierda transformadora queremos reforzar nuestro compromiso por trabajar hacia el cambio y la mejora del entorno que nos rodea. Conscientes de que el progreso y el cambio social sólo se consigue desde el inconformismo respecto a lo que no nos gusta de la realidad y la búsqueda de nuevos paradigmas. 
Esta actitud excluye nuestra dedicación exclusiva al campo de la política institucional y la lucha por el acceso a cotas de poder político. La política es un instrumento más (no un fin en sí mismo) para el cambio social, pero ni es el único ni siempre es el más útil. Los cambios sociales requieren ineludiblemente el cambio de las personas individuales, de sus actitudes y de sus valores, y el de las relaciones sociales, y esos cambios difícilmente se alcanzan únicamente dictando nuevas leyes u ordenanzas o con la gestión de los presupuestos públicos. Por el contrario, será el trabajo desde abajo, la creación de conciencia cívica y el activismo social, como podremos transformar la realidad.
Por ello proponemos el trabajo a través de una agrupación independiente, flexible, abierta y de carácter local. Un trabajo voluntario. Que sea satisfactoria. Que nos permita definir y construir alternativas de progreso a los problemas que afectan a nuestros municipios y a nuestros/as conciudadanos/as. Que nos sirva para intervenir y, en la medida de nuestras posibilidades, aportar ideas y acciones en el debate de la izquierda y de la política en unos ámbitos más generales. Para, desde el respeto mutuo y la colaboración dentro de la diferencia, avancemos en construir otra sociedad, otro mundo.