Y ahora, ¿qué queremos hacer?


Y ahora, ¿qué queremos hacer?

Actuar localmente pero enredando y pensando globalmente y actuar en lo inmediato pero imaginando a largo plazo”

Después de múltiples reuniones, actividades y conversaciones, y poniendo de acuerdo tanto las ideas como los tiempos, se decide crear una asociación política sobre la base de los siguientes consensos para hacer política de otra manera:
1. Nada está decidido de antemano. Se está de acuerdo en constituirnos, pero el resultado final debe ser siempre más amplio. Nacemos para desaparecer, no somos un fin sino un medio, pues nuestra intención es generar una red que supere nuestro propio grupo.
2. Se trata de un proceso abierto, participativo y plural, en el que cualquier persona que lo desee pueda participar libre y activamente, con el grado de compromiso que considere oportuno y buscando que la experiencia colectiva sea gratificante. Se trata de trabajar en la integración y la suma de personas de distintas sensibilidades: siempre desde la igualdad queremos generar una red que incluya desde la izquierda transformadora, la ecología, el feminismo hasta el andalucismo. Buscamos el mínimo común denominador, nuestros lugares comunes, priorizando lo que nos une frente a lo que nos separa, eliminando los obstáculos que generan la fragmentación y recuperando a las personas desencantadas de los procesos de lucha colectivos. Seguimos la pedagogía de la pregunta y no queremos dar respuestas para todo, queremos escuchar y mantendremos una duda permanente con respecto a nuestros planteamientos para poder entender lo que otras personas y grupos digan o hagan. Como hemos hecho hasta ahora, siempre organizaremos nuestras actividades contando con personas y colectivos diferentes a nuestro propio grupo.
3. Estamos creando un movimiento social y político de izquierdas y de carácter plural. Sabemos que no somos originales aunque sí tenemos la ilusión de que es necesaria esta iniciativa, por lo tanto, nos uniremos a las redes y actividades que trabajan o que quieran trabajar por sumar e integrar, y, en caso de no existir las promoveremos como nuestra principal seña de identidad (junto con la práctica diaria): no somos un grupúsculo más, queremos ser un catalizador, un aglutinante que permita una suma mucho mayor de la que nuestro grupo pueda generar.
4. Se considera que territorialmente este proyecto debería trabajar en la perspectiva de confluir generando redes con personas y organizaciones de distintos lugares comenzando por lo más cercano (Granada y su provincia) hasta alcanzar, como mínimo, un ámbito andaluz. Fomentaremos procesos de confluencia en diferentes escalas territorales tal y como hemos hecho en el proceso constituyente, aunque los grupos locales y las asambleas siempre decidiremos de forma autónoma.
5. Nos negamos rotundamente a la profesionalización de la política. Nuestros métodos, nuestras maneras de hacer, nuestra práctica diaria, el activismo, lo colectivo, y el trabajo en la calle, hacia el exterior, constituyen nuestra principal seña de identidad (junto con la voluntad de sumar). Por lo tanto, este proyecto pretende constituirse, desde su inicio, como un instrumento colectivo, útil e influyente tanto en el debate de ideas como en la acción social y política promoviendo la elaboración de propuestas y alternativas concretas en lo local y también en lo global, y priorizando las siguientes cuestiones para el trabajo durante los próximos 12 meses:
5.1.- En Granada. Responder a los problemas socio-económicos (recortes sociales, paro y crisis económica, precariedad laboral, modelo productivo, educación, vivienda, barrios ignorados…). Generar alternativas laborales a la precariedad.
5.2.- En Granada. La nueva cultura de la política frente a los partidos decadentes. Denunciar la corrupción y el carácter antidemocrático de las instituciones y los partidos políticos (partidos decadentes, corrupción, sistema electoral, financiación local y autonómica…).
5.3.- En Granada. El territorio, los barrios y la vivienda. Proponer y activar nuevas redes de economía alternativa y nuevas maneras de transformar los barrios a través de procesos de participación que mejoren nuestros territorios y nuestros barrios.
5.4.- En Granada. La ciudadanía y los derechos humanos. Responder a la falta de derechos (libertades, igualdad, inmigración, mujer, juventud, medios de comunicación e información, cultura…) a través de la denuncia de ataques como la “ordenanza de la convivencia”.

Consideramos que desde la pluralidad es posible confluir en la generación de alternativas concretas a los problemas, porque para ello sólo es necesaria la voluntad de construir y acercar planteamientos utilizando como instrumentos la inteligencia, el debate, el consenso y la movilización. Insistimos de nuevo en que nuestro interés es actuar junto con personas y colectivos que no sean de nuestro grupo y que quieran aportar su granito de arena en la construcción de alternativas para Granada. No tenemos un fin electoralista, no queremos tomar el poder sino dispersarlo, repartirlo, por lo que no descartamos nuestro apoyo a movimientos más amplios que nuestro propio grupo que decidan presentarse a las elecciones.

Finalmente, queremos dejar claro de nuevo que como tarea fundamental proponemos y apoyamos la convocatoria abierta y compartida de asambleas a nivel más amplio, donde compartir experiencias, definir tareas y avanzar en la construcción de la izquierda alternativa que necesitamos, ya sea sobre la base de las prioridades descritas en este documento como partiendo de otras prioridades que puedan plantear diferentes personas o colectivos.
 

PD: Para la definición del grupo se introduce una serie de cuestiones que pueden constituir las señas de identidad propias, las que definan a este partido, como son:

1. Ámbito Granadino. En principio nuestro ámbito se limita a
· Granada y provincia, aunque con voluntad trabajar por confluir en red hasta alcanzar, al menos, el ámbito de Andalucía. Se trata de “actuar localmente pero enredando y pensando globalmente y actuar en lo inmediato pero imaginando a largo plazo”. Trabajo en red para resistir, luchar y construir una alternativa al capitalismo globalizado.
2. Independiente. El proyecto sólo obedecerá a las directrices, ideas y programas decididos democráticamente por las personas que lo conformen.
3. De izquierda. Porque nos situamos en el campo de las ideas y la acción de la izquierda. Una izquierda crítica que no sólo debe aspirar a gestionar o administrar lo existente sino que debe intentar transformar la realidad, hacerla más justa e igualitaria.
4. Transformador. Para conseguir las mayores cotas de progreso, calidad de vida, libertad, democracia, paz y, en general, felicidad para el conjunto de la sociedad.
No entendemos sin embargo que el progreso (y ni muchos menos el crecimiento) sea la ley inexorable de la historia ni tampoco que sólo admita una única dirección sino que por el contrario constituye una opción que admite una diversidad de caminos, y por la que merece la pena trabajar, siendo conscientes de que cualquier forma de superación de la actual situación pasa por construir una alternativa al sistema político capitalista dominante.
5. Ecologista. Defendemos y luchamos por un sistema de producción económica alternativo basado en lo local, en la autosuficiencia y en la articulación de redes supralocales. Por ello frente al modelo de desarrollo sostenido es preciso plantear un modelo de desarrollo sustentable que, además, no sólo tenga en cuenta a las generaciones contemporáneas sino también a las generaciones futuras. Esto implica el fomento de nuevas pautas de relación con la naturaleza y entre las personas, así como un nuevo enfoque en los actuales modelos de producción y consumo.
6. Feminista. El feminismo como alternativa integradora, de superación de cualquier tipo de discriminación, marginación o exclusión social, con sus nuevos valores de creatividad e igualdad, no sólo política o económica sino también en las relaciones humanas.
7. Pacifista y antiautoritario.. Para la solución pacífica de los conflictos entre las naciones, entre los grupos humanos e incluso entre las personas. Hacemos de los derechos humanos y las libertades públicas e individuales una bandera irrenunciable. Defendemos la ética política y social como valor básico de convivencia y solidaridad. Repudiamos el autoritarismo en todos los ámbitos de las relaciones políticas, económicas o sociales. Asumimos el respeto como un valor fundamental para la convivencia.
8. Multiétnico y Multicultural. Las políticas que se realicen deben tener en cuenta los intereses de los diferentes grupos culturales y étnicos, actuando según las premisas de colaboración, integración y respeto entre todas las personas.
9. Democrático y Participativo. Por cuanto queremos una sociedad profundamente democrática, plural y participativa y pretendemos trabajar día a día en esa dirección. Porque creemos que es posible una cultura del trabajo colectivo, de la participación y del consenso.
10. Republicano. No sólo en cuanto a la defensa de la República como forma política de gobierno, mucho más democrática, frente a la actual Monarquía constitucional, sino también en cuanto al concepto que lleva implícito, por un lado, el concepto de ciudadanía, el ciudadano y la ciudadana, como sujetos libres, conscientes y activos, como titulares de derechos individuales y colectivos; y por otro, el de laicismo, que delimita con toda claridad la separación entre el ámbito de lo público, el Estado, y cualquier fe o creencia religiosa, que en todo caso pertenece al ámbito de lo privado, de lo íntimo.
11. Andalucista. Porque consideramos que Andalucía constituye un territorio y un ámbito de convivencia con una identidad propia, dentro de su pluralidad y diversidad. Porque es fundamental para contrarrestar el neofascismo y la derechización social. Por eso consideramos que
Andalucía debe seguir desarrollando y consolidando su propio autogobierno, dentro de un marco federal para el Estado Español y en el ámbito de un futuro Estado Confederal Europeo.
12. Plural. Porque entendemos que la pluralidad es un valor en sí mismo, un patrimonio que debe ser respetado y defendido. Y porque consideramos que es posible el entendimiento, la colaboración y la construcción de un movimiento social y político desde el respeto a las distintas ideas, creencias, sensibilidades, planteamientos o matices que cada persona es capaz de aportar o de sus opciones sexuales, religiosas o laicas.

Consideramos que desde la pluralidad es posible confluir en la generación de alternativas concretas a los problemas, porque para ello sólo es necesaria la voluntad de construir y acercar planteamientos utilizando como instrumentos la inteligencia, el debate y el consenso.

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